Aún así, hoy que hace un tiempo feo y que no apetece nada salir a pasear aunque sea esa bendita hora diaria, he pensado que ya era hora de darle el gusto y que tuviera plastilina nueva, así que manos a la obra.
Hemos hecho plastilina comestible, que no quiere decir que haga falta comérsela pero si la usan niñ@s pequeños y se la llevan a la boca por lo menos sabes que no lleva nada tóxico. En mi caso he usado una receta de Thermomix, aunque yo la he hecho en mi Monsieur Cuisine del Lidl, que funciona igual. Imagino que de forma tradicional lo único que debéis hacer es seguir los mismos pasos pero calentando en un cazo u olla y mezclando en una amasadora o a unas muy malas con las manos (a la antigua usanza).
INGREDIENTES:
- 500 gr. de agua
- 250 gr. de sal
- 1 cucharada de vinagre
- 30 ml. de aceite de girasol
- 500 gr. de harina de trigo (vigilad celíacos)
- 1 cucharadita de bicarbonato
- Colorantes alimenticios
INSTRUCCIONES:
1.Poned en el vaso el agua, la sal y el vinagre y programar 5 min., 80ºC, velocidad 1
2. Incorporad el aceite, la harina y el bicarbonato. Mezclad 10 segundos a velocidad 10
3. Retirad la masa del vaso y divididlala en porciones, en mi caso me han salido 6 porciones de 200 gr. Si la masa está muy líquida poned más harina y repetir 10 segundos a velocidad 10, si por el contrario es muy seca poned un pelín de agua y haced lo mismo. (en mi caso he tenido que poner más harina)
4. Mezclad cada porción con el colorante que queráis. Os recomiendo que os pongáis guantes para no mancharos tanto las manos y que entre color y color quitar bien las manchas que os queden del colorante anterior. El resultado final es el siguiente (yo después de poner el colorante he dejado que se endurecieran un poco al aire antes de usarlas)
Jordi y Astrid han disfrutado mucho jugando con ella, aquí tenéis la prueba:
Para guardar la plastilina sin que se os seque o estropee, os recomiendo guardarla en un taper hermético o en bolsas con cierre.
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